El cacao, el café y productos de algodón son las mercancías con el certificado del comercio justo más populares entre los consumidores checos, y junto con otros productos éticos registran ventas crecientes. Mientras que en 2018 se recaudaron unos 560.000 euros en concepto de recargos por el comercio justo, en 2022 la suma se triplicó a casi 1.900.000 euros. Los productos éticos se basan en cuatro principios fundamentales: una remuneración más justa por el trabajo, el respeto al medio ambiente, la prohibición del trabajo esclavo e infantil y el respeto de los derechos humanos y laborales.
De acuerdo con los datos de Fairtrade República Checa y Eslovaquia, cada checo se tomó en promedio 16 tazas de café de comercio justo durante 2022. Al optar por este tipo de café, el cliente apoya directamente a los cultivadores, que pueden usar el dinero para desarrollar sus explotaciones o comunidades. En cuanto baja el precio de compra en el mercado, los cultivadores pueden estar seguros de que obtendrán al menos el precio mínimo de comercio justo.
Sin embargo, de acuerdo con una encuesta realizada en diciembre de 2022, para la mitad de los checos resultan los bienes y servicios de las empresas socialmente responsables caros e inaccesibles. La gente suele estar dispuesta a pagar hasta un 5% más por productos y bienes cotidianos. Según los analistas, este hecho se debe principalmente a la alta inflación.
Fuente: www.radio.cz
Elaborado por el equipo de la oficina de CzechTrade Chile.