Gracias a
una buena puntuación en todos los criterios, como los costes de explotación, la
mano de obra, el riesgo político y económico y la capacidad de recuperarse tras
la crisis del coronavirus, el país quedó en quinto lugar a nivel mundial y
primero en Europa. Así se desprende de los resultados de un estudio de la
consultora inmobiliaria Cushman & Wakefield.
Desde 2016, cuando la República Checa se incluyó por primera vez en el “Índice
de Riesgo de Fabricación de Cushman & Wakefield”, ha sido clasificada entre
los mejores destinos de fabricación de forma regular. A escala mundial, la
República Checa ocupa el quinto lugar, siguiendo de cerca a los principales
destinos manufactureros: China, India, Estados Unidos y Canadá.
En comparación con la séptima posición del año pasado, Chequia ha mejorado su
clasificación en el índice de calificación del riesgo: el país ocupa también el
quinto lugar en este escenario. Una vez más, se trata de la mejor clasificación
de la CEE, aunque Finlandia es el único país europeo que precede Chequia,
"en desventaja" en términos de costes, pero con uno de los niveles
más bajos de riesgo geopolítico y habiendo experimentado un rejuvenecimiento
muy fuerte del sector manufacturero en 2020.
En términos de costes (de mano de obra, energía y propiedad), Chequia no se encuentra
entre los países más baratos, situándose en el segundo cuarto del índice. De
los destinos europeos, los países que superan a Chequia son Lituania (nº 9, el
mejor de Europa), Rusia, Bulgaria, Turquía y Rumanía. Aun así,
los costes locales son lo suficientemente bajos, cuando se combinan con los
demás parámetros valorados, para hacer de República Checa el destino perfecto
para ubicar una planta de fabricación.
Elaborado
por el equipo de la oficina de CzechTrade en Bogotá.
Fuente:cushmanwakefield.com