En el transcurso de tres días, la máquina recorre seiscientos kilómetros en una ruta con una serie de cambios de elevación. En el futuro se cuenta con algún porcentaje de medios de transporte del transporte público con cero emisiones.
En el momento la intención de ese proyecto es evaluar si los autobuses propulsados con hidrogeno son una buena elección para este objetivo. Después de Most, otra cuidad checa Ostrava, va también probar, si les este tipo de medio de transporte conviene.
El problema con este tipo de autobuses es sus precios, cual es aproximadamente tres veces más alto como de un autobús diésel. Una de las razones es porque las celdas de combustible aún no se fabrican en masa. Tampoco existen las estaciones de recarga de hidrógeno, pero ya existe un plan para construir la primera en Litvínov.
Adaptado por el equipo de CzechTrade Mexico
Fuente: ct24.cz