Según el Ministerio de Medio Ambiente, cada año se venden en el país unos 1.800 millones de botellas de PET y 800 millones de latas. Una cantidad significativa de estos envases acaba fuera del flujo de residuos clasificados, aproximadamente una de cada cinco botellas de PET. La situación es aún peor en el caso de las latas, ya que tres de cada cuatro latas no se clasifican.
La obligación de recogida debe aplicarse a todas las tiendas y gasolineras con una superficie superior a 50 m². Los minoristas en línea también tendrán que aceptar los productos retornables. Se animará a los pequeños comercios, quioscos y municipios a adherirse al sistema de forma voluntaria. La organización y el funcionamiento del sistema de depósito y devolución estarán a cargo de un operador: una entidad establecida por los fabricantes que suministran más del 80% de los envases de bebidas desechables al mercado. El operador supervisará el establecimiento de todo el sistema, su administración, coordinación y financiación.
La clasificación de los envases de bebidas por separado de otros residuos plásticos o metálicos debería garantizar el suministro de materiales de entrada para las empresas de reciclaje, y los envases deberían así volver al mercado como material reciclado reutilizable.
El sistema de depósito y devolución no es nuevo para los checos. Hay un depósito de 3 coronas checas (120 pesos chilenos aproximadamente) para las botellas de cerveza de vidrio y el sistema funciona bien, pero con las botellas y latas de plástico el alcance será mucho mayor.
Los detalles de la propuesta de modificación de la Ley de Embalaje aún deben discutirse en el Parlamento. El sistema de depósito y devolución se ha introducido en 16 países europeos y está a punto de lanzarse en Austria y Polonia.

Fuente: radio.cz
Elaborado por el equipo de la oficina de CzechTrade en Santiago de Chile.