El Ministerio de Cultura de la República Checa ha certificado la cultura cervecera como parte de la Lista de Bienes Inmateriales de la Cultura Popular Tradicional de la República Checa.
El ministro de Cultura, Martin Baxa (partido ODS),
informó a los representantes de las cerveceras y confirmó la inscripción,
haciéndoles entrega de un certificado conmemorativo. Según el ministro en la
República Checa la tradición cervecera no solo consiste en tomar cerveza, sino
que también es un fenómeno sociocultural. Las décadas de experiencia,
costumbres y tradición social forman parte importante del patrimonio checo y de
la herencia de nuestros antepasados. Para los cerveceros, todo el ciclo, desde
la creación hasta el consumo de la bebida, representa una viva interacción
entre productores y consumidores con su esencia regional y vida comunitaria.
Desde la perspectiva checa, la cultura de la cerveza forma parte esencial de
las reuniones en el campo y en la ciudad, y de la creación de nuevas conexiones
entre las personas mientras se disfruta de la típica “hospoda” checa.
De este modo, esta tradición se preservará mejor para las generaciones futuras.
La inscripción en la Lista de Bienes Inmateriales es una condición necesaria
para poder inscribirse en la lista de la UNESCO. La cultura de la cerveza se
añadirá a otros bienes inmateriales checos, como el vidrio y cristal hechos a
mano, las marionetas checas o los paisajes del lúpulo. El cultivo del lúpulo de
Žatec fue inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 2023.
Aunque la costumbre de tomar cerveza sigue formando parte de la mayoría de los
eventos sociales, el número de personas que la consumen con regularidad está
disminuyendo. Según los datos del año 2023 en comparación con el año 2016, el consumo
de cerveza ha bajado en un 10 % en cuanto a hombres y un 15 % en cuanto a
mujeres. También ha bajado el número de personas que se sienten orgullosas de
esta costumbre típica. Según los datos de 2023, en el país había
aproximadamente 900 000 personas sufriendo de la adicción al alcohol. Por este
motivo, la inscripción en la lista del Patrimonio Mundial puede ser
problemática y generar cierta controversia.
Sin embargo el jefe de los representantes de las cerveceras, Tomáš Slunečko,
espera, que a pesar del cambio de costumbres por parte de las próximas
generaciones, la gente disfrute del ambiente único y valore la tradición
también en el futuro. Cree que el consumo de cerveza en sí no está tan
relacionado con la cultura cervecera, que forma parte integral de la vida
comunitaria checa, y espera que ese fenómeno merezca sin duda un lugar en la
lista.
Elaborado por el equipo de
CzechTrade Colombia
Fuentes: https://www.idnes.cz/ ; https://ct24.ceskatelevize.cz/ ; https://ceske-pivo.cz/ ;https://www.mk.gov.cz/