Científicos checos avanzan hacia un diagnóstico más simple y temprano del cáncer de páncreas. Actualmente, su detección se realiza mediante resonancias magnéticas pancreáticas y ultrasonidos endoscópicos.
Cada año, cerca
de 2 400 personas son diagnosticadas con cáncer de páncreas en Chequia, de las
cuales unas 2 200 fallecen a causa de esta enfermedad. Los investigadores de la
Universidad de Pardubice han desarrollado un método más sencillo y
potencialmente igual de eficaz con el que unos pocos mililitros de sangre
serían muestra suficiente. De confirmarse su eficacia, Chequia podría
convertirse en el primer país del mundo en utilizar esta técnica.
La enfermera Světluše
Fyšarová, del Estudio Lipidica en el Hospital Universitario de Olomouc, explicó
que el método de procesamiento de las muestras es más sencillo del que se
utiliza actualmente.
“Se toman dos muestras de sangre, una coagula y otra,
no. La sangre no coagulada se puede poner inmediatamente en la centrifugadora.
Las otras van al congelador, en un contenedor especial. Así podemos almacenar
las muestras de los pacientes, una al lado de la otra”.
El equipo del
profesor Michal Holčapek, de la Facultad de Tecnología Química de la
Universidad de Pardubice, ha trabajado durante varios años en el desarrollo de
este innovador test. Los resultados preliminares fueron publicados en la
prestigiosa revista científica Nature Communications, y el método ya cuenta con
dos patentes.
Aunque los expertos advierten que la incorporación de este test en los
protocolos estándar de atención médica podría llevar tiempo, las expectativas
son altas, ya que representa una oportunidad para detectar el cáncer de
páncreas de manera más temprana y accesible.