La empresa estadounidense Onsemi ha anunciado una inversión de hasta 2 mil millones de dólares en la República Checa para ampliar su producción de semiconductores de carburo de silicio.
Se trata de
una de las mayores inversiones extranjeras directas en la historia del país,
que no solo refuerza la posición checa en la cadena de valor de la Unión
Europea, sino que también responde a la creciente demanda global de chips
energéticamente eficientes en sectores clave como la automoción, las energías
renovables y los centros de datos de inteligencia artificial.
El proyecto se desarrollará en la localidad de Rožnov pod Radhoštěm y
convertirá las instalaciones existentes en un complejo de producción totalmente
integrado. Onsemi planea fabricar allí semiconductores inteligentes capaces de
optimizar la conversión y la gestión de energía, esenciales para vehículos
eléctricos y aplicaciones industriales avanzadas. Según la compañía, esta
expansión permitirá establecer una cadena de suministro centroeuropea y
contribuirá a los objetivos climáticos de la UE en materia de reducción de
emisiones.
El gobierno checo, encabezado por el primer ministro Petr Fiala, considera que
la inversión multiplicará la producción actual de la planta, que ya alcanza los
10 millones de chips diarios. El ministro de Industria y Comercio, Lukáš Vlček,
subrayó que este paso no solo confirma la competitividad del país como destino
de inversión extranjera, sino que también impulsará la transformación del
sector automotriz hacia la electromovilidad. Además, se estima que el proyecto
aportará anualmente más de 270 millones de dólares al producto interior bruto
(PIB) de la República Checa.
La apuesta de Onsemi se enmarca en un contexto internacional en el que Europa
busca reducir su dependencia de Asia tras las disrupciones sufridas durante la
pandemia de COVID-19 y las tensiones comerciales con China. Este movimiento
refuerza los objetivos del European Chips Act, cuyo propósito es aumentar la
capacidad productiva y garantizar la resiliencia de las cadenas de suministro
de semiconductores en la Unión Europea.
En cuanto a los incentivos, el Ministerio de Industria y Comercio checo ha
señalado que la ayuda estatal podría ascender hasta un 27,5% del total de la
inversión, siempre sujeta a la aprobación final de la Comisión Europea. Este
modelo sigue la tendencia de otros países europeos: Alemania subvencionará con
hasta 5 mil millones de euros la fábrica de TSMC en Dresden, mientras que
Italia destinará 2 mil millones de euros a la planta de STMicroelectronics en
Catania. Intel, por su parte, planea construir dos fábricas en Alemania con una
inversión de 30 mil millones de euros, apoyada con importantes subsidios.
La expansión de Onsemi no solo representa un hito para la República Checa, sino
también una oportunidad estratégica para toda la región de Europa Central. Con
el crecimiento esperado de la industria mundial de semiconductores, que podría
superar el billón de dólares en 2030, la decisión de la compañía refuerza la
posición europea en un mercado altamente competitivo y con una demanda en
constante aumento.
Elaborado por el equipo de CzechTrade Colombia
Fuentes: https://www.reuters.com/, https://www.semiconductor-today.com/