El arte de la fabricación de vidrio tiene una tradición centenaria en la República Checa, que se remonta a la época medieval. El primer horno de vidrio se encendió en Bohemia en 1376 y para el siglo XVII, se había fundado una importante industria del vidrio en el norte del país, alrededor de la ciudad de Jablonec nad Nisou, pero también en las regiones de Zlín y Vysočina.

A pesar de la industrialización, la producción artesanal de vidrio ha perdurado hasta el día de hoy. Más de 5,000 vidrieros, pintores, fabricantes de joyas y diseñadores trabajan en vidrieras, talleres familiares y estudios en todo el país, y sus productos hechos a mano son muy buscados en todo el mundo.

A diferencia de los otros países que han presentado la nominación conjunta a la UNESCO, la producción de vidrio checa incluye todas las técnicas involucradas en el proceso de fabricación de vidrio, desde el soplado y grabado hasta la pintura y la producción de cuentas enrolladas. La industria de la fabricación de vidrio checa ya fue reconocida por la UNESCO en 2020, cuando añadió la producción de decoraciones navideñas hechas con cuentas de vidrio soplado a la prestigiosa lista. La República Checa cuenta ahora con un total de nueve elementos en la lista de patrimonio cultural inmaterial de la UNESCO.

Adaptado por el equipo de CzechTrade Mexico.

Fuente: english.radio.cz